lunes, 30 de noviembre de 2009

SIGLOS

Cada mañana, como por arte de magia, un nuevo elemento decorativo aparece en algún rincón de tu casa. Vives solo. Nunca has entregado una copia de tus llaves a nadie. Aunque parezca extraño, no pareces preocupado por el hecho de que alguien haya entrado en tu hogar para realizar las modificaciones. No te sientes amenazado. Tu forma de enfrentarse a un hecho inexplicable es ignorándolo. Un reloj de diseño barroco sobre la cómoda, jarrones de porcelana indudablemente caros, candelabros, una silla dorada con respaldo de terciopelo rojo, espejos, una enorme alfombra. Asistes a una silenciosa mutación decorativa llevada a cabo por un agente desconocido con un gusto mezcla de victoriano, rococó y Luis XIV. El televisor de plasma sobre un buró ornamentado a mano. Los libros de Ken Follett sustituídos por viejos tomos de medicina forrados con piel. La vitrocerámica que da paso al horno de leña. La chupa de cuero mutada en casaca con intrincada botonería. Una nueva sorpresa estética cada mañana. Los óleos, las cortinas gruesas dignas de un palacio, un mayordomo. Un puto mayordomo. Y sólo falta que desaparezcas tú para que el siglo XXI sea expulsado de tu casa definitivamente.

viernes, 27 de noviembre de 2009

BREVE HONGO ILUSTRADO



Una terrible enfermedad ósea obliga a la niña a dormir suspendida sobre potentes ventiladores.

Ilustración de Jonathan Millán.

viernes, 20 de noviembre de 2009

RETABLOS NAZIS Vol. I

La ejecutiva de una gran empresa norteamericana con sede en España contempla su imagen en el espejo de los baños de la segunda planta. Viste un traje de color tostado y una camisa blanca. Tiene 40 años, pelo largo y negro, rostro afilado de calientapollas. Se mira en el espejo rodeada por la penumbra. El tono oscuro del mármol absorbe casi por completo cualquier fuente de luz. La ejecutiva se desabotona la camisa y se saca un pecho. En una esquina, la señora de la limpieza escurre un trapo sucio y frota los azulejos de la pared. La ejecutiva rígida como un soldado. La teta blanca y firme desafiando a un enemigo abstracto.

martes, 17 de noviembre de 2009

PAPÁ

Los padres adoptivos del adolescente ceden a los ruegos de su hijo y le llevan a conocer a su padre biológico. Jamás le han ocultado que ellos no son sus verdaderos progenitores. Le han dado una buena educación y una infancia feliz; y el chico les adora. Pero quiere conocer a su padre. Así que la familia se lanza a la carretera y emprende un largo viaje hacia las montañas. En el asiento de detrás, el adolescente contempla el paisaje nevado a través de la ventanilla.
El coche asciende por una carretera destrozada y se detiene junto a una cabaña de madera. Los padres adoptivos acompañan al chico hasta la puerta, pero dejan que entre solo. Y se produce el encuentro. Un enorme cuarto vacío y un enorme gato junto a la chimenea apagada. Un gato grande como un hipopótamo que recibe al adolescente con una sonrisa que pretende ser tierna. En una cabaña de madera. En la cima de una montaña nevada.

domingo, 8 de noviembre de 2009

LA AVIONETA

La avioneta sobrevuela la orilla, cubriendo con el rugido de su motor los sonidos del oleaje. Algunos bañistas la contemplan utilizando sus manos como improvisadas viseras, otros siguen tomando el sol mientras la sombra del aparato planea sobre sus cuerpos aceitados. No hay una bandera promocional enganchada en la cola de la avioneta. Nivea, Viajes Halcón, Cruzcampo. La avioneta no parece anunciar otra cosa que su propia presencia. Y es entonces cuando comienzan a caer los regalos. Objetos de plástico blando que descienden como higos secos que se desprenden de una rama. Los bañistas luchan contra la fuerza de rozamiento del agua para alcanzar sus premios. Son balones de playa. Balones hinchables que los papás comienzan a llenar con el aire de sus pulmones ante la mirada impaciente de los pequeños. Balones con franjas rojas y blancas. Enormes pelotas de plástico decoradas con esvásticas.

viernes, 6 de noviembre de 2009

LAS DIEZ EN PUNTO

El propietario de la modesta tienda de electrodomésticos levanta la persiana de su negocio a las diez menos cuarto de la mañana. Enciende las luces, desconecta la alarma y vuelve a bajar la persiana para impedir la entrada de los clientes, pues la tienda no abre al público hasta las diez. Barre el suelo y limpia con un trapo las huellas dactilares que ensucian las pantallas de plasma. Caga mientras ojea el periódico en el diminuto baño del fondo. Consulta su reloj de pulsera. Observa cómo una de las lavadoras se pone en marcha mágicamente y contempla, a través del cristal circular, un objeto que da vueltas zarandeado por el agua y las sacudidas del tambor. El propietario de la tienda interrumpe el programa y extrae el objeto de la lavadora. Es una camiseta de pijama, con rayas azules y blancas. La camiseta del pijama de un niño de cinco años. Son las diez menos tres minutos. Se empiezan a escuchar llantos infantiles en el interior de un lavavajillas. El propietario sostiene la camiseta mojada en sus manos mientras el miedo le araña las paredes del cráneo. Alguien golpea la persiana con insistencia. Faltan dos minutos para las diez en punto.

jueves, 5 de noviembre de 2009

MINIHONGOS

Como podéis observar, he añadido una prótesis al blog, en la parte derecha. Historias o imágenes de menos de 140 caracteres para que las saquéis de paseo. Hongos de bolsillo. Prometo actualizaciones frecuentes.

lunes, 2 de noviembre de 2009

EL TATUAJE

El tatuaje representa a un niño sentado sobre una silla eléctrica. El niño sonríe y tiene un gorro cónico atado a la cabeza. Frente a él, una tarta con siete velas apagadas desprende siete columnas de humo casi transparente. El niño aplaude torpemente a la tarta. Se han utilizado tres colores en la confección del tatuaje: rojo, verde y azul. El tatuado no recuerda dónde o quién se lo hizo.