viernes, 23 de julio de 2010

PROGENIE

Cuando abre la puerta y descubre que quien ha tocado al timbre es un niño desnudo cubierto de barro y desperdicios le asalta una cadena de pensamientos que desemboca en una única explicación posible. Este es el resultado de correrse dentro de la taza del retrete. Esta es la consecuencia de la mala costumbre de masturbarse en la bañera. Todo ese semen lanzado a las cañerías que finalmente se convierte en carne y hueso. Toneladas de lefa arrojadas al sistema circulatorio de las alcantarillas. Amazonas del inframundo apoderándose de su esperma para convertirse en oscuras madres. Náyades de las cloacas que obligan a ser padres a quienes no quieren serlo.

martes, 20 de julio de 2010

LA CARRERA DEL SIGLO

La linea de salida de la carrera del siglo tiene una longitud de algo más de diez kilómetros para dar cabida a todos los participantes. Se ha elegido el Death Valley, en California, donde la temperatura llega a alcanzar cotas casi marcianas. Hay motocicletas y quads, coches deportivos, camiones con y sin remolque. Un concorde espectacularmente iluminado por el sol de la tarde. Hay gente con patines e inválidos que cabalgan sus sillas de ruedas. Niños metidos hasta la cintura en sacos de patatas. Jinetes, pilotos de ala delta, un hombre bala que espera el pistoletazo de salida mientras se aferra a la boca de su cañón. Un transatlántico que reposa en un canal construido para el evento. Ancianos con andador, surferos, jóvenes empapados de cerveza agazapados dentro de bañeras rodantes. No hay vehículo o modo de desplazarse que no esté representado en la carrera. Un bebé con su taca-taca y un Jumbo. Ejecutivos con mountain bikes y esquiadores. Aquí -y más que nunca- lo importante es participar.