Llevas un disfraz pero no sabes de qué porque te han obligado a cerrar los ojos mientras te lo colocaban. Has sentido el roce de la gomaespuma y después descubres que, de algún modo, puedes respirar y ver a través de dos agujeritos pero no puedes mover el cuello y mirar tu atuendo porque estás literalmente embutido en gomaespuma. Entonces tu principal cometido ahora es buscar un espejo para descubrir qué aspecto tienes; te paseas por la casa, una casa que no es tuya, abres puertas, saludas a gente que no conoces, intentas descifrar tu reflejo en un valioso jarrón de bronce pero sólo consigues ver una bola difusa que no se parece a nada humano. Sales de la casa y recorres el jardín. Descubres una charca artificial, con un banco de mármol en la orilla. Te acercas. Te conmueve la visión de la luna y las estrellas y las nubes rasgadas en la superficie del agua. Te acercas más. Te inclinas para descubrir de qué vas disfrazado. Te inclinas demasiado. Pierdes el equilibrio. Te caes al agua.
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4 comentarios:
La gomaespuma que hace de esponja. No sólo se vuelve muy pesada al empaparse de agua y te arrastra al fondo, sino que encima está habitada por miríadas de ácaros picantes.
Menudo juego macabro. Me imagino a la gente que está en la casa como los de 'Rosemary's Baby'
El agua, elección fatal para Narciso.
Esto es el principio de una novela. Por favor.. Estás en forma.
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