lunes, 11 de agosto de 2008

LA SALCHICHA ESCOCESA

La gente se desplaza de un lugar a otro gracias a un intrincado sistema de toboganes. Visten trajes ceñidos de una sola pieza, fabricados con neopreno. Lucen peinados imposibles, enormes matojos decorados con extensiones metálicas. Han perdido las uñas. Era evidente que los humanos no necesitábamos uñas. Pero lo más importante: nadie sale a la calle. La calle es el terreno del mal, el escenario que provee a la televisión del material más oscuro y demandado. ¿Quiénes se atreven a abandonar el calor de sus hogares? Sólo aquellos que practican el juego de La salchicha escocesa.
Hombres casados, señores respetables con despachos llenos de diplomas, jovencitos de aspecto saludable, ancianos en sillas de ruedas... Muchos de ellos mienten, ingenian excusas inverosímiles. Hacen cualquier cosa por practicar La salchicha escocesa. Se arriesgan a ir directos a la cárcel o, peor aún, a aparecer por la tele.
Las ventanas de las casas son pantallas de alta definición que muestran paisajes de cuento de hadas. No hay vistas al exterior. En cada salón no falta la trampilla de acceso al tobogán, el teclado para introducir el código del lugar de destino. Un cuenco de cristal repleto de Soza para ofrecer al visitante.
Gente con la vida solucionada, padres de niños sobresalientes, funcionarios del estado. Todos ellos ponen su estabilidad en peligro, organizan excursiones clandestinas en pequeños grupos. Intercambian e-mails cargados de mensajes en clave. “A las diez bañaré al gato”. “El fontanero está en camino”. Todo un mundo originado en torno al trepidante juego.
Doctores y abogados. Profesores y empresarios de éxito.

4 comentarios:

El Andariego dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
El Andariego dijo...

De nuevo el terror vigila nuestros pasos. "El chotacabras sale a cazar temprano".

Le agradezco que no haya tomado aún la decisión de traducir su página al francés. Me privaría del placer de leerle.
-Bip

Leche dijo...

Imagino que debe ser una mezcla entre jueguecito sexual, banquete romano, orgía alucinógena y pelea de mininos (la salchicha escocesa quiero decir) Un beso de trapicheo

Hongos dijo...

Vas muy muy encaminada...