sábado, 18 de diciembre de 2010

JULIO IGLESIAS

El cantante Julio Iglesias se ve envuelto en una especie de buena acción navideña perpetrada por una ONG que ha contactado con su representante. Convencido por su esposa y por los beneficios promocionales que le pueden otorgar dicha acción, Julio ha decidido compartir una fría madrugada de Diciembre con un grupo de homeless que suele pernoctar en la Gran Vía madrileña. Toda la experiencia será recogida en video por el propio cantante, al que proveen de una pequeña cámara digital de sencillo manejo. A pesar de los riesgos que conlleva la magistral jugada de marketing, el señor Iglesias ha renunciado firmemente a cualquier tipo de escolta o vigilancia. Quiere involucrarse en una aventura auténtica, una experiencia libre de contaminación protocolaria. A las ocho de la mañana, una furgoneta de la productora que editará y distribuirá el video se presenta en el lugar donde Julio ha pasado la noche. Pero no hay ni rastro del cantante. Ni de los mendigos que le acompañaban. Julio Iglesias ha desaparecido. Diez años más tarde su esposa recibe un sobre marrón que contiene un CD con 12 pistas. En el sobre no figura ningún remitente. El compacto recoge cortes de una duración aproximada de cinco minutos donde se escucha a un grupo de personas imitando el aullido de una manada de lobos. La calidad de grabación es pésima. El representante y la esposa de Julio Iglesias deciden editar el álbum, convencidos de que Julito es quien está detrás de todo este inquietante asunto. El encargado de diseñar la portada del disco es un joven diseñador gráfico que reside en Miami. El diseñador debe entregar su propuesta en menos de 24 horas. Está sentado frente a una hoja en blanco, con la mente vacía. Los aullidos que brotan de los altavoces parecen maniatar su creatividad poderosamente. No ha recibido ninguna directriz. “Sorpréndenos”, ha sugerido alguien. El foco de la historia cae con todo su peso sobre este joven y su incapacidad para plasmar algo coherente que refleje todo el background del álbum.

6 comentarios:

Unknown dijo...

vaya tarzán

Ratzinger dijo...

muy bueno

Perico Romero dijo...

Joder, Hongos. Me haces muy feliz.

Anónimo dijo...

QUE DELICIA..Mataría a mi madre por ese cd..

Joan dijo...

Con ese tono de piel, Julio pasaría tranquilamente por un vagabundo. La dicción tampoco se aleja de la de esos donsimonizados personajes.

Saludos

El Haz dijo...

Antiguo Rhythm