Los alumnos de quinto curso saltan la valla del patio para jugar al baloncesto cuando cae la tarde. Penetrar en el recinto fuera del horario escolar les proporciona una compleja sensación de poder. Como si por unos momentos se sintieran dueños del espacio al que aborrecen en las horas diurnas. Aunque aquí y ahora lo que realmente importa es que hoy se topan con un bulto con forma humana que cuelga de uno de los aros de las canastas. Y ese bulto tembloroso, visto desde cerca, resulta ser el profesor de matemáticas inmerso en lo que parece una imitación poco exitosa de un murciélago. Las piernas de Don Genaro enganchadas a la canasta, boca abajo, la sangre acumulada en su frente y en sus mejillas. El profesor de matemáticas balanceándose mientas mira a los niños en silencio. La imagen invertida de los muchachos regresando hacia la valla, asustados hasta la náusea pero sin mostrar prisas. Conscientes de que un movimiento brusco podría desencadenar algo a lo que no se quieren enfrentar.
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3 comentarios:
jajaja,el profesor, un Joseluis Lopez Vazquez muy jodido.
Esto + los minihongos ha pegado fuerte
Minihongos está tomando aires épicos.
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