- Pregúntale a tu madre.
- Vale, papá. ¿Dónde está Trevor?
- Debería haber llegado, seguramente se quedó dormido.
- Papá, deberíamos contratar a otro traductor.
- Hijo, ¿no te gusta Trevor?
- No es eso, papá. Creo que mamá se siente incómoda con él.
- ¿Eso crees?
- Sí, estoy casi convencido.
- Pues no hablemos más; despidamos a Trevor. ¿No prefieres consultar a mamá?
- ¿Cómo, papá? Para eso necesitamos a Trevor.
- Tienes razón, hijo...
- Qué tonto eres a veces, papá.
- Oye, hijo. Prefiero que lo hagas tú; despedir a Trevor. No te importa, ¿verdad? Si lo haces dejo que te quedes con ese bicho.
- Es un pulpo, papá.
- ¿Un pulpo? Es la primera vez que veo algo así.
- Acércate papá, baja la cabeza. Creo que se te ha vuelto ha estropear algo por ahí adentro.
2 comentarios:
Aquí desde luego estamos ante el Hongos más "Quásar".
Alarga esto y haz una novela. POR FAVOR.
Publicar un comentario