miércoles, 4 de febrero de 2009

SED

Tres señoras con abrigos de visón y peinados esculpidos con generosas dosis de laca lamen la superficie de un charco en el centro de la plaza. De vez en cuando, alzan sus cabezas para devolverle la mirada a los transeuntes; las comisuras y barbillas manchadas de fango, los ojos hinchados de miedo. Como tres buitres concentrados en la labor de despedazar un cadáver. Y cuando algún ciudadano cargado de buenas intenciones se acerca a la escena para interesarse por el lamentable estado de las ancianas, estas le regalan una coz acompañada de gruñidos guturales y después siguen lamiendo el charco con una violencia renovada. Con una sed que aumenta a medida que se sacia.

2 comentarios:

El Andariego dijo...

Después de una peluquería no hay cosa mejor que un buen charco con coliformes fecales. Bravo Capitán.

Roberto Tega dijo...

Yo las clasificaría en tribu urbana, sin pensarlo.
No te voy a decir lo típico de "me ha encantado tu blog" porque sólo lei esta entrada y me voy a dormir ya. Pero pasaré por aquí de nuevo para leer con más calma y menos sueño.

Un saludo

PD: Via Andariego, por cierto. Por si las estadísticas