Mientras se hace una paja a la vez que contempla su reflejo en el cristal de la pecera, coge el mando de la tele y lo lanza por la ventana, golpeando mortalmente en la cabeza a un niño con bigote que hace flexiones bajo la atenta mirada de un perro que luce varias cuchillas de afeitar clavadas en el lomo. Después se sube los pantalones sin limpiarse.
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3 comentarios:
¿flexiones? maldita sea.
Lo raro sería que se limpiara!
¿Dónde estás? Tengo que hablar contigo, ya te dije que no te pillaras The Braindead Megaphone, te lo repito: no te lo pilles.
Un besuno, dime algo.
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