jueves, 25 de junio de 2009

FLUIDOS

¿Dónde he escuchado esta historia? Un bebé de apenas dos meses con la nariz taponada de mocos. Un bebé que berrea y emite sonidos infrahumanos porque tiene las vías respiratorias prácticamente desabilitadas. La madre le limpia la nariz con un pañuelo, canta una nana, da golpecitos en su espalda... pero el bebé no dejar de llorar. Entonces el niño se pone azul. Abre la boca y no emite ningún sonido. No es posible que un simple resfriado vaya a acabar con la vida de un bebé. El caso es que la madre –repito, la historia no es mía, sólo la escuché casualmente– la madre, empujada por quién sabe qué primario instinto maternal fruto de miles de años de evolución, coloca sus labios en las fosas nasales de su retoño y succiona toda la mucosidad para después escupirla en el suelo. Sorbe los mocos del niño como quien chupa la cabeza de una gamba y extrae así los fluidos que anegaban las vías respiratorias. Algo así como un boca a boca muy retorcido y muy dramático y tan excesivamente repugnante que trasciende las fronteras de la relación madre-hijo. Y no recuerdo dónde cojones he escuchado esta historia.

5 comentarios:

Hongos dijo...

Joder, esto es muy potente:
http://www.cadenaser.com/sociedad/articulo/nina-envejece/serpro/20090625csrcsrsoc_5/Tes

Patricil dijo...

Que alguien sorba mi fosa nasal derecha.

El Andariego dijo...

Bárbaro, una vez más bárbaro.

El Hombre de la Pústula dijo...

Lo curioso es que tiene que ser su madre biológica, cualquier otra persona sorbería demasiado fuerte y le daría la vuelta al bebé como a un calcetín, o a un guante de fregar.

Insisto: sólo la madre biológica.

VENGA MONJAS dijo...

Boh! Buena pastilla Hongos.