jueves, 14 de mayo de 2009

OLVÍDATE DEL PONI

Cada cinco de Marzo, el padre –que ahora vive a miles de kilómetros, en una pequeña ciudad de Suecia- envía un monumental regalo de cumpleaños a su hijo en un intento de compensar una mal disimulada despreocupación. Desde que sus padres se separaron, la camioneta de UPS llega cada año al jardín y un repartidor vestido de color marrón entrega la ofrenda. Esta vez, el regalo es un poni. Nada más y nada menos que un poni. La fantasía erótica de cualquier niño de doce años. Así que la madre firma el albarán que le tiende el señor de marrón y el niño da saltos de alegría mientras contempla al poni como si este fuese un espejismo. Pero –obviamente- algo realmente inquietante comienza a suceder. El poni se convulsiona, incapaz de sostenerse sobre sus cuatro patas. Los ojos en blanco, espuma densa que brota de su boca. El poni que cae de costado sobre el cesped y un cuchillo que, desde dentro, empieza a seccionar su estómago. El niño aferrado a las faldas de mamá con la palabra “terror” dibujada en la frente. Y un brazo, después un cuerpo, que sale con dificultad desde la enorme raja practicada en la panza del animal. El padre. El padre totalmente impregando de sangre y fluidos y trozos de cosas repugnantes. Sorpresa. Este es el regalo. Olvídate del poni. Yo soy el regalo.

5 comentarios:

El Hombre de la Pústula dijo...

Hay algo enternecedor aquí, el padre ha comprendido que debe comprometerse y no delegar su cariño en forma de regalos materiales o animales, la verdad es que me he emocionado.

Patricil dijo...

La fantasía erótica de cualquier niño GAY de doce años.

El relato me ha evocado una escena de Ace Ventura II

Hongos dijo...

Joder, me has hecho dedicar un buen rato a pensar si los ponis son algo gay, y encima no he llegado a una conclusión.

Patricil dijo...

Cabe otra posibilidad:

"La fantasía erótica de cualquier niño ZOOENANOFÍLICO de doce años"

Anónimo dijo...

La peli de 'El caballo de Troya' desde el punto de vista de Antena 3 un domingo de sobremesa.